Hablar de riesgos psicosociales en el entorno laboral no debe ser sinónimo de alarma, sino de oportunidad. Oportunidad para revisar, cuestionar y transformar las maneras en las que estamos trabajando, liderando y relacionándonos al interior de las organizaciones. Más allá de ser una amenaza, el riesgo psicosocial puede ser en un impulsor de cambios positivos si se aborda con conciencia y compromiso.
Según el Comité mixto OIT / OMS, el riesgo psicosocial se entiende como las interacciones entre el trabajo, su medio ambiente, la satisfacción en el trabajo y las condiciones de la organización, y, por otra parte, como las capacidades del trabajador, sus necesidades, su cultura y su situación personal fuera del trabajo; todo esto, a través de percepciones y experiencias, puede influir en la salud y en el rendimiento y la satisfacción en el trabajo.
De acuerdo con esta definición, los factores psicosociales hacen parte de cualquier entorno laboral: cargas laborales, relaciones interpersonales, organización del trabajo, necesidades de adaptación al cambio, entre otros. Sin embargo, cuando estos factores se gestionan inadecuadamente, pueden convertirse en riesgos que afectan el bienestar mental, emocional y físico de los colaboradores.
Lo importante es tener presente que es posible desplegar acciones para prevenir, mitigar y transformar estos riesgos. En primer lugar, es fundamental fomentar entornos de trabajo seguros, donde las personas se sientan escuchadas, valoradas y con la libertad de expresar sus ideas, preocupaciones o errores sin temor a represalias. Además, se pueden implementar programas de bienestar laboral que vayan más allá del activismo de capacitaciones ocasionales. Se trata de construir estrategias perdurables en el tiempo que incluyan pausas activas, gestión del estrés, fortalecimiento de habilidades para la gestión emocional y recursos de afrontamiento, revisión de cargas laborales, espacios de retroalimentación y esparcimiento y canales efectivos de acompañamiento psicosocial.
La medición periódica de factores de riesgo psicosocial también es clave. Para este fin, existen herramientas como encuestas de clima y cultura organizacional y la Batería de Instrumentos para la Evaluación de Factores de Riesgo Psicosocial desarrollada por el Ministerio de Protección Social en compañía de la Universidad Javeriana, o evaluaciones específicas que permiten identificar alertas tempranas y tomar decisiones basadas en datos.
En este sentido, la Universidad de Manizales ha venido desarrollando acciones a partir de los resultados de las mediciones realizadas a nivel institucional, como revisión de buenas prácticas, para mantenerlas y replicarlas en toda la organización; fortalecimiento del clima organizacional, promoviendo un ambiente laboral saludable e incluyendo actividades de bienestar; y programas de reconocimiento, capacitación y sensibilización en diferentes temas asociados al cuidado de la salud mental en el marco del programa “Potenciando saberes”, como parte de la estrategia preventiva; además, ofrece el servicio de acompañamiento psicosocial individual y grupal de manera permanente. También se han habilitado espacios de bienestar y acogida como el Salón Azul del Silencio, la Sala de Lactancia, “Conversemos, Conectemos” y “Tejiendo Lazos”, este último para el desarrollo de diferentes actividades grupales relacionadas con el cuidado de la salud mental y el desarrollo de estrategias de afrontamiento.
Con estas acciones, la UManizales quiere mantener y mejorar las condiciones psicosociales en el entorno laboral. Abordar los riesgos psicosociales es una invitación a evolucionar, a poner en el centro la dignidad humana, el equilibrio y la calidad de vida. Intervenir factores de riesgo psicosocial aporta no solo en la calidad de vida laboral sino también en otras dimensiones de la vida del ser humano como la familiar y la social, mejora la salud en general y promueve la satisfacción laboral y las buenas relaciones al interior de la organización y en otros contextos.